El término Postura
proviene del latín "positura": acción, figura, situación o modo en
que está puesta una persona, animal o cosa.
La postura es la
relación de las posiciones de todas las articulaciones del cuerpo y su
correlación entre la situación de las extremidades con respecto al tronco y
viceversa. O sea, es la posición del cuerpo con respecto al espacio que le
rodea y como se relaciona el sujeto con ella y está influenciada por factores:
culturales, hereditarios, profesionales, hábitos (pautas de comportamiento),
modas, psicológicos, fuerza, flexibilidad, etc.
Según criterios
mecánicos la postura ideal se define como la que utiliza la mínima tensión y
rigidez, y permite la máxima eficacia. Y permite a la vez un gasto de energía
mínimo. Es aquella que para permitir una función articular eficaz, necesita
flexibilidad suficiente en las articulaciones de carga para que la alineación
sea buena, está asociada a una buena coordinación, a los gestos elegantes y, a
la sensación de bienestar.
La postura se
determina y mantiene mediante la coordinación de los diferentes músculos que
mueven los miembros, mediante la propiocepción o "sensibilidad
cinestesica" y mediante el sentido del equilibrio.
La postura de cada individuo tiene características propias, y
está determinada por factores diversos como el tono y el trofismo muscular, el
estado de los ligamentos, los contornos óseos, etc. para mantener el cuerpo en
posición erecta, se necesita un equilibrio muscular adecuado entre la
musculatura anterior de nuestro cuerpo, la abdominal y la dorsal que recubre la
columna. Una postura correcta implica mantener el cuerpo bien alineado en
cualquiera de las posiciones que puede adoptar. Si las líneas de gravedad
antero-posterior y lateral no pasan por los puntos correctos de nuestro cuerpo,
es porque existe un desequilibrio en ambas partes del mismo, ocasionado a veces
por la malas posturas, y que puede terminar por desencadenar determinadas
deformidades patológicas como escoliosis, cifosis.
Así, podemos definir varios tipos de posturas:
POSTURA EXCELENTE: aquella en que la cabeza y los hombros
están equilibrados con la pelvis, caderas y rodillas; con la cabeza alzada y el
mentón recogido. El esternón es la parte del cuerpo que está más hacia delante,
el abdomen está recogido y plano, y las curvas de la columna están dentro de
los límites normales.
POSTURA BUENA: Se parece a la anterior pero no llega a ser perfecta.
POSTURA POBRE: Es una postura intermedia, aunque no es la peor.
POSTURA MALA: En la visión del perfil, la cabeza está hacia delante, el tórax deprimido, el abdomen en relajación completa, las curvas dorsales son exageradas, y los hombros están sostenidos por detrás de la cadera.
Los problemas de la espalda se producen generalmente a causa de nuestras costumbres, por lo que si no modificamos aquellas que son erróneas, podemos dañar seriamente nuestra columna vertebral. Hay que corregir los malos hábitos desde la infancia, adoptando las posturas y movimientos adecuados en nuestras actividades diarias, hasta que resulten espontáneos y naturales.
POSTURA BUENA: Se parece a la anterior pero no llega a ser perfecta.
POSTURA POBRE: Es una postura intermedia, aunque no es la peor.
POSTURA MALA: En la visión del perfil, la cabeza está hacia delante, el tórax deprimido, el abdomen en relajación completa, las curvas dorsales son exageradas, y los hombros están sostenidos por detrás de la cadera.
Los problemas de la espalda se producen generalmente a causa de nuestras costumbres, por lo que si no modificamos aquellas que son erróneas, podemos dañar seriamente nuestra columna vertebral. Hay que corregir los malos hábitos desde la infancia, adoptando las posturas y movimientos adecuados en nuestras actividades diarias, hasta que resulten espontáneos y naturales.
La
postura humana se organiza verticalmente respecto al apoyo de los pies. El
esqueleto esta organizado en esta postura vertical para mantener el equilibrio
sobre una base de apoyo tan reducida y poder moverse, y es difícil equilibrar
estos dos aspectos.
Para
este fin, el esqueleto humano esta organizado en forma de onda desde la cabeza
hasta los pies alternando curvas adelante y atrás porque la rectitud absoluta
no hace posible el movimiento.
En
este sentido, el esqueleto humano presenta dos tipos de curvas para garantizar
la movilidad y el equilibrio: la cifosis y la lordosis.
La
cifosis que es el abombamiento que mostramos hacia atrás. Este tipo de curva es
rígida y no está diseñada para el movimiento. Su función principal es la de
contener a órganos vitales y protegerlos del exterior, por eso delante de cada
cifosis existe una estructura dura.
En
la columna vertebral se distinguen dos cifosis, una en la zona dorsal que se
coincide con la caja torácica, la cual protege al corazón y los pulmones para
que puedan mantener su espacio vital sin riesgo de compresión o agresión,
porque podría ser mortal para nosotros.
La
otra cifosis la tenemos a la altura del trasero y se debe a la presencia de la
pelvis, que son el hueso que sirve de base para nuestras vísceras.
El cráneo también se puede
considerar como otra cifosis, ya que es una curva que se abomba hacia atrás, y
está formada por un hueso rígido (el cráneo) que contiene a otra estructura
vital (el cerebro).
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