El cuerpo humano cuando
entra en actividad, es decir, cuando los requerimientos en la producción de
energía aumentan, prácticamente no existen células, órganos ni sistemas que
quedan ausentes o indiferentes a dicho fenómeno: el de producción de energía. En el momento que efectuamos una
contracción muscular se secretan a partir del impulso nervioso una serie de
neurotransmisores que reclutaran un especifico tipo y cantidad de fibras
musculares. Estas consumirán los depósitos energéticos que el músculo posee
para posteriormente incorporar glucosa sanguínea a sus procesos de combustión.
Simultáneamente los pulmones son estimulados a elevar sus niveles de
ventilación y el corazón deberá impulsar mas sangre por latido y por minuto ya
que deberá encargarse del transporte del oxígeno necesario al músculo que lo
esta requiriendo.
El cuerpo humano está
hecho para mantenerse casi siempre en movimiento. No sólo las muecas en nuestra
cara reflejan nuestros estados emocionales, sino que todo el cuerpo realiza
diferentes actividades como caminar, correr, brincar, escribir, entre otras
tantas que hacemos a diario de manera tan natural, pero nunca nos detenemos a
preguntarnos qué tan importante es el movimiento.
Entre las actividades
que nos mantienen en movimiento, y por lo tanto también vivos, están, además de
las mencionadas anteriormente, el buscar un hogar, alimento, e incluso las
actividades que realizamos para encontrar pareja o escapar de los enemigos.
Pero, ¿sabemos acaso por qué nos movemos?
Los seres vivos
realizamos movimientos en respuesta a diferentes estímulos que recibimos del
exterior, es decir, del medio ambiente. Pero también hay estímulos internos de
nuestro organismo que implican movimiento, para lograrlo intervienen partes y
sistemas como los que describimos a continuación:
El esqueleto,
que sirve de soporte de nuestro cuerpo, está formado por huesos, articulaciones
y cartílago. Ayuda al movimiento, almacena minerales, produce las células de la
sangre y protege los órganos internos.
Las articulaciones,
las cuales intervienen para el desarrollo del movimiento, son el conjunto de
estructuras que permiten la unión de dos o más huesos, y son fundamentales para
que el aparato locomotor trabaje adecuadamente.
El sistema
muscular, con el que podemos adoptar diferentes posiciones con el cuerpo.
Al girar o parpadear interviene el sistema muscular, responsable de que varios
de los órganos muevan sustancias de un lugar a otro, como la sangre y demás
fluidos corporales.
El sistema
nervioso, que permite el trabajo armonioso entre el esqueleto, las
articulaciones y los músculos para que puedan trabajar generando el movimiento.
El sistema nervioso,
formado por el cerebro, la espina dorsal y los nervios, es el encargado de transmitir la información a través del cuerpo.
Este sistema se encarga de detectar también los cambios en el ambiente, y como
resultado de esto se dan ciertas respuestas, entre ellas el movimiento.
El ser humano necesita
del movimiento para sobrevivir: algunos de sus movimientos son notorios, pudiéndose
medir y apreciar a simple vista, otros requieren de equipo para poder ser
detectados, ya sea porque son movimientos muy finos, imperceptibles al ojo
humano o que están ocultos dentro de nuestro cuerpo (por ejemplo el latir del
corazón).
Desde la prehistoria,
el movimiento le permite funcionar, relacionar y reaccionar en su ambiente
sacándole provecho al mismo. El ser humano necesita aprender a moverse
efectivamente para sobrevivir y funcionar en sociedad: es un proceso que
comienza antes del nacimiento y que no termina hasta la muerte.
El papel del educador
físico debe ser proveerle al ser humano desde niño, de experiencias para que
luego valore las condiciones individuales y mida los riesgos de la competencia
antes de exigirles especializar en la adquisición de destrezas.
En fin, podemos decir
que el ser humano lo requiere como en todas las etapas de sus manifestaciones,
es un proceso de formación que lo lleve gradualmente a la maduración y
consolidación de sus habilidades.
Los principios que rigen el movimiento humano
derivan de los principios de la locomoción generales.
Estos principios
establecen que cada especie animal tiene su propia forma de locomoción, siendo
la bipedestación la correspondiente al hombre.
Todas las formas de
locomoción que aparecen durante el primer año de vida, no se entrenan, no se
enseñan, no son producto del aprendizaje, sino que aparece por un deseo o
necesidad de comunicarse con el entorno y explorarlo. La locomoción es una
forma de expresión, teniendo cada tipo de locomoción:
- Sus propios
patrones de movimiento.
- Un enderezamiento
del tronco contra la gravedad, y el desplazamiento del centro de gravedad. Este
fenómeno se produce de manera céfalo caudal y próximodistal, es decir, de las
partes superiores y centrales del cuerpo hacia las partes inferiores y las
extremidades distales. La evolución es que el niño comienza a levantar la
cabeza para establecer contacto con el entorno, posteriormente va levantando el
tronco y los brazos, comienza a sentarse, hasta que se acaba poniendo de pie.
Durante los gateos,
siempre hay una mano apoyada, de manera que se establece como punto de apoyo, y
la otra mano avanza en el paso. Esto sucede cuando en la marcha, siempre hay un
pie apoyado y otro dando el paso. Este patrón progresa desde los miembros
superiores hasta los inferiores.
Es un mecanismo
innato que está impreso genéticamente en el sistema nervioso central, para ser
usado desde el nacimiento.
Todos los movimientos
que puede realizar el cuerpo humano han sido adquiridos y perfeccionados a lo
largo de la evolución ontogenética y filogenética.
muy bueno su blog!!!! me encanto los videos!!!
ResponderEliminar